Euskadi se pone a la cabeza en el desarrollo de las nuevas redes 5G

La tan comentada red 5G es la quinta generación de redes inalámbricas, una evolución de la hasta ahora existente 4G/LTE, y en la que se reduce el tiempo de respuesta al enviar y recibir paquetes de datos a la vez que se aumenta significativamente la capacidad de comunicación entre dispositivos. Esta evolución situará a Euskadi, sus empresas y sus centros tecnológicos entre las regiones más avanzadas.

Para la implantación de una nueva tecnología es imprescindible implementar nuevas medidas de seguridad que permitan una transición sin problemas, especialmente si hablamos del sector industrial y empresarial. El proyecto 5G Euskadi se ha puesto en marcha con el objetivo de desplegar la citada red y desarrollar nueve casos de uso orientados al desarrollo de productos y servicios aprovechando el potencial y las capacidades que ofrece la tecnología 5G. Es en este proyecto donde se desarrollarán distintas actividades como el estudio de los problemas asociados a los conceptos Edge (desplazamientos de recursos al borde) y Fog (computación en la niebla) y la virtualización de redes, o los posibles errores específicos de cada tipo de uso.

El BCSC, con el apoyo de Tecnalia, lidera y ejecuta un caso de uso que abordará distintos aspectos de la ciberseguridad. Para ello se realizará un modelado de las principales amenazas en redes 5G y varios ejercicios de experimentación práctica sobre otros casos de uso sectoriales. Se trata de un piloto especialmente interesante orientado a la implementación en 5G del Edge Computing (MEC) y que, junto con el modelado de amenazas, se acompañará de pruebas de seguridad sobre los diferentes aspectos anteriores.

La ciberseguridad clave para el resto de sectores

El caso de uso asociado al BCSC no se centrará en el planteamiento de un modelo de negocio asociado a las tecnologías de la ciberseguridad, sino que incidirá en cómo actuar para habilitar el resto de los casos de uso, ya que ninguno de ellos podrá alcanzar un mínimo grado de éxito comercial si hay vulnerabilidades que puedan comprometer la seguridad de los datos o de las personas involucradas.

En resumen, los futuros beneficios que puede traer el 5G empiezan a ser conocidos por todos los sectores, pero se resumen en: precisión, capacidad y velocidad. El siguiente objetivo pasa por aplicar estas mejoras a nuestra realidad más cercana. Los diferentes casos de uso que se están teniendo en cuenta, y que afectarán directamente a nuestra vida cotidiana son:

  • Movilidad: con el acceso a Internet a usuarios de autobuses y acerca de los servicios de videovigilancia, así como acerca del mantenimiento de vehículos.
  • Energía: asistencia experta en remoto para las operaciones de reparación, configuración y mantenimiento de la infraestructura del sector energético.
  • Industria: monitorización y control de procesos productivos.
  • Ciberseguridad: la ciberseguridad en los procesos implicados es básica para un correcto desarrollo de la tecnología 5G.
  • Servicios de red: definición e implementación de arquitecturas propias de las operadoras encargadas del despliegue de la red 5G. Además, se realizarán pruebas de prestación de servicios de TV y banda ancha en zonas rurales y despliegue de la red 5G en subestaciones del sector eléctrico.

Un proyecto para la trasformación industrial

El proyecto 5G Euskadi es el adjudicatario del programa de ayudas del Gobierno Estatal para el desarrollo e implantación de la tecnología 5G. Este proyecto piloto nace con el compromiso de fomentar la innovación y la transformación industrial de las principales empresas y centros tecnológicos del País Vasco, y está formado por un consorcio de 13 socios de un amplio ecosistema con operadores de telecomunicaciones, proveedores de equipamiento de red, universidades, centros de investigación, instituciones públicas y empresas privadas.

Esta iniciativa conjunta facilitará el despliegue de una red 5G (un 65% del presupuesto) en Abadiño y en los tres Parques Tecnológicos de Euskadi (Gipuzkoa, Bizkaia y Araba) y el desarrollo de 9 casos de uso (que completarán el total de la inversión). El proyecto ha sido aprobado por Red.es (entidad del Ministerio de Economía y Empresa), y tendrá una duración de 30 meses. Supone una inversión de 7,1 millones de euros y está cofinanciado a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)